Como paso previo al diseño de la estructura física de datos, se analizan las peculiaridades técnicas del gestor de
bases de datos o sistema de ficheros a utilizar, y las estimaciones sobre la utilización y volumen de las ocurrencias
de cada entidad / clase del modelo lógico de datos normalizado o modelo de clases. Además, si se ha establecido la
necesidad de llevar a cabo una migración de datos, se deben tener en cuenta también los volúmenes de las estructuras de
datos implicadas en la conversión. Esta información sirve para decidir la mejor implementación del modelo lógico de
datos/modelo de clases, así como para hacer una estimación del espacio de almacenamiento.
De acuerdo al análisis anterior, se determina cómo se van a convertir las entidades/clases en tablas, considerando las
relaciones existentes entre ellas y los identificadores, definiendo sus claves primarias, ajenas, alternativas u otros
medios de acceso en general.
También se definen aquellos elementos que, en función del gestor o sistemas de ficheros a utilizar, se considere
necesario implementar. Entre estos elementos podemos citar los siguientes:
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